martes, 26 de abril de 2011

Kahi? Yahi, me Hyderabad, Bharat!!!

Al parecer las castas existen todavía, pero la sociedad ya no las considera tan esenciales en su sistema social. Cada vez más, India se abre a la sociedad de consumo que en Europa estamos acostumbrados a vivir... evidentemente hay grandes diferencias socioeconómicas, pues hay una clase alta que es muy alta y una clase baja que es muy baja, pero el espectro más grande lo abarca la clase media ya que, gracias a la publicidad y a la altísima oferta y demanda en el mercado hindú, casi cualquiera puede permitirse tener un coche, una moto o tener un móvil. Los jóvenes, día a día, se ven más influenciados por el atractivo de la sociedad occidental y tienen a cambiar saris por jeans y zapatillas.

Esta reflexión se ve apoyada por el hecho de que, al menos en Hyderabad, aunque la mayoría de la población hable hindi, urdu o telugu, es musulmana o ha abrazado la fe del Islam, con lo que nos encontramos en un entorno con tal mezcla sociocultural que nos muestra el gran kilombo que aquí cohabita en paz y respeto mutuo. Por la calle vemos a los hombres vestidos con kurtas (camisas largas) o traje o sherwani (chaqueta larga con cuello redondeado) o lungi (como un pareo corto) o dhoti (pareo más largo), entre otros; las mujeres visten desde saris con choli (una camisa/camiseta que se lleva por debajo del sari) hasta niqab (pañuelo/velo cubriendo la cabeza), hiyab (sólo se ven los ojos) o como he comentado, unos vaqueros, una blusa y un pañuelo cruzado en el pecho que cae tras los hombros, también para poner un ejemplo.

Asimismo, se sigue conservando el valor de que la familia concierte los matrimonios y que los novios no se conozcan en la mayoría de los casos, hasta el día de la boda. Me preguntan que qué pensamos los occidentales acerca del matrimonio, que si creemos en eso, y resulta curioso debatir con ellos. Cuando les digo que estoy enamorado hasta la médula y que el matrimonio es una opción, alucinan pues para ellos es algo tan arraigado en sus costumbres que les cuesta asimilarlo como algo tan normal para nosotros los europeos. Eso sí, cada vez esa tendencia se resigna a persistir en el paso del tiempo debido a lo mismo: la evolución de la cultura de la sociedad de consumo.

Y debo confesaros algo: cuando estaba a punto de venirme aquí, la mayoría de los hombres (me refiero a amigos, conocidos, etc.) me decían que las mujeres eran muy guapas aquí. Pues lo siento, porque por un lado, de entrada, no me interesan en absoluto ya que afortunadamente tengo a la mujer más maravillosa del mundo... y por el otro, amig@s, no es así. Sin exagerar, de 1000 mujeres hindúes, puede que haya como mucho 1 guapa (y no se ve en la calle, sino en la TV o en las revistas). De las 999 feas restantes, sin dudar podría decir que 888 son bastante feas. Que luego seguro que son muy agradables, eso no lo voy a negar. Y que conste en acta que con esto no quiero ofender ninguna sensibilidad, es sólo un sincero juicio personal. Por el lado de los hombres (aunque esté feo decirlo), en general son más atractivos que las mujeres... los que se ven guapos, se ve que se cuidan mucho... y los que son feos, pues feos se quedan.

Lamentablemente, lo que más me agota de esta sociedad es la burocracia. No entiendo porqué tengo que volver 3 días seguidos gastando 4 horas de mi tiempo cada vez para conseguir un contrato del casero o simplemente para registrarme en extranjería con todos los papeles en regla. Con los electrodomésticos de la casa, la instalación de internet, la cama o el colchón pasa prácticamente lo mismo. A la gente de aquí le da igual y no tienen prisa para nada, y como comenté en el post anterior, el idioma en esto del papeleo es un hándicap que hay que asumir, incluso yendo a los sitios con un lugareño. Podría afirmar que la India es mucho más maravillosa para venir de turista y con todos los papeles hechos desde España, pues el estar pendiente del último día para registrarte es realmente agotador, pero espero de una vez por todas terminar con todos los trámites hoy. Es así.

Como reza el título... Donde? Aquí, en Hyderabad, India.

No hay comentarios:

Publicar un comentario