miércoles, 1 de febrero de 2012

Trabajos "diferentes"

Aquí sí que saben cómo crear trabajo… Como diría mi madre (o tu madre), hay que darle trabajo a la gente. Os dejamos aquí una lista con algunos empleos digámoslo así… curiosos, que nos encontramos diariamente en Hyderabad en particular, y en India en general:

Chico del ascensor.

  1. Pulsa el botón del piso a donde te diriges, ni más, ni menos.
  2. Puede llevar el móvil a todo trapo con o sin auriculares y, en algunos casos aislados, cantan y muy mal.
  3. Como en todos los sitios, también aquí hay clases: con o sin taburete y con o sin uniforme (tipo Prosegur, pero venidos a menos).
  4. El de mi trabajo, con el ojo izquierdo mira la pantalla y con el otro nos saluda los buenos días. Está en todo, el zagal.
  5. Tienen una habilidad especial para controlar el botón de abrir y cerrar puertas. Un día podrían llegar a provocar un lapso espacio-temporal con consecuencias inenarrables.
  6. Lamentablemente, cuando hay algún tipo de avería, tienen que llamar también a los de Otis (no a Zardoya).

Abrepuertas

  1. En el 100% de los casos, abren la puerta; en el 75% de las ocasiones, sonríen; en el 50% de los momentos, se quitan hasta la gorra si la tienen (no para pedir); y en el 100% de las veces, cierran también la puerta.
  2. Van siempre uniformados (pero al estilo del payaso que no usaba Micolor, “descoloríos”), y casi siempre tienen bigote (como todo el mundo). Algunos incluso tienen un gran bigote.
  3. Su hábitat natural son los bancos y cajeros, comunidades de vecinos, tiendas de artículos caros y centros comerciales.

Asistente del asistente

  1. Ehhmm… trabaja en… sus tareas son… bueno, él está ahí.
  2. Lo que no quiere hacer nadie, lo peor que surja o cualquier adversidad… le toca y punto.
  3. Normalmente, el saber que tienes un asistente para tu asistente te hace más feliz: como jefe, tu labor es pensar en las tareas más absurdas que se te ocurran y asignarlas sin pestañear. Frases muy célebres son: “Tráeme agua”, “cuenta las páginas” o “saca las bolsas”.

Limpiaorejas

  1. Suelen aparecer sigilosamente por tu espalda, como auténticos profesionales del sigilo, y de repente te dicen que tienes algo en la oreja, y tú respondes: pues sí, tengo una oreja.
  2. De repente saca un instrumento maléfico con forma de aguja de ganchillo (era una aguja de ganchillo) y empieza a jugar con algo parecido a serumen en su mano y te señala diciendo que a ti. Pues eso… a ti, si te apetece… porque a mí, ni un poquito. Evitad a toda costa este especímen.

“Guardia de seguridad”

  1. Era por llamarlo de alguna manera, y por varios motivos. Os imagináis al Chavo del Ocho con uniforme de seguridad? Pues más o menos, y más más que menos.
  2. Van armados con un detector de metales (a veces) y con unos guantes como los de coger la fruta del Mercadona con los que te soban sin gracia ni morbo ni ná.
  3. De la misma casta (como Laetitia) que el chico del ascensor, los abrepuertas y la mujer que te mira el bolso y la mujer que te cachea.
    1. La mujer que te mira el bolso suele actuar de una de las siguientes dos maneras: una es meter la mano en el bolso y hacer como si estuviera trabajando la carne picada; la otra mira con cierta vergüenza el interior y se dice para sí: aquí no meto yo la mano, anda, pasa, guapa… Una vez, una de ellas me quiso quitar dos mecheros.
    2. La mujer que te cachea trabaja en una especie de probador de ropa, a la entrada de los centros comerciales y de ocio. Te tocan. Todo. Y los bolsillos también. Por fuera, claro.

Peluquero o barbero callejero

  1. Maestros del corte y confección del cabello.
  2. Se ubican en selectos y concurridos tramos de calles donde hay aceras, a poder ser anchas.
  3. Doy fe (porque es gratis) de que sus herramientas están totalmente fuera de riesgo, y trabajan en condiciones de higiene máxima, a pesar del tráfico, la basura y esas cosas sin importancia. O no.
  4. Colocan con gran arte su espejo en el muro o sobre un cable cualquiera
  5. Su parlour consta también de un taburete para el cliente, que en la mayoría de los casos, se sienta de espalda a la carretera.

Mecánico callejero

  1. Dícese de cualquier persona que te encuentras en medio de la rue con un manojo de herramientas a su lado, y que está más o menos listo para usarlas.
  2. No sé si realmente arreglan algo o no... se supone que su fuerte son los autos.

Reparajoyas callejero

  1. Pese a las apariencias, no fuma crack, aunque tenga los ojos inyectados en sangre y se le suela ver con una especie de “pipa” en la boca, que usa para darle vidilla al fuego.
  2. Como modificación al punto 1, utiliza el principio elemental de avivar el fuego con aire, que sale de su boca, con o sin mezclar con otras sustancias.
  3. Entre sus instrumental, cuenta con un simple aparato de electrólisis, que consiste en un par de cubetillas de agua y varias pilas. Si es de nivel, usa una batería pequeña. Los usos que tiene los conozco… los que le da él, los desconozco.

Barrenderas

  1. Al parecer es un trabajo destinado exclusivamente a mujeres… no se sabe porqué… puede ser que, si tenemos en cuenta que los hombres no solemos hacer nada bien, debería ser un halago laboral, pero yo no termino de verlo claro…
  2. Parece que acaban de tener una avería con el coche, pues lucen un chaleco reflectante naranja que te deja ciego literalmente si miras más de 5 segundos seguidos.
En fin... por lo menos hay trabajo, aunque sea a 10000 kms.

1 comentario:

  1. jajaja me ha matado el limpia orejas

    me ha encantado el tono con el que lo cuetnas

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